Tomado de El Deber
Después del susto, EL DEBER mejoró su seguridad cibernética para dar mayor tranquilidad a los usuarios. Además, ha fortalecido la navegabilidad en su página web principal para mejorar la experiencia de seguidores a nuestra comunidad.
Michael Ortiz, gerente de TI de EL DEBER, resalta la celeridad de su equipo para recuperar el control de la página web hackeada la noche del pasado domingo. “En cuestión de horas, frenamos el ataque. Después, trabajamos en revisar y mejorar los filtros de seguridad”, afirma.
Actualmente, la página funciona de manera óptima. Se han realizado ajustes para facilitar la navegabilidad a los usuarios. “En la home se ha dado mayor relevancia a contenidos con identidad propia como Dinero, Diez o Geek ED entre otros. Un acceso directo permite una identidad más rápida de estos verticales de contenido específico para nichos”, refiere Ortiz.
¿Qué ocurrió en el hackeo?
El responsable de tecnología detalla el trabajo desarrollado la madrugada del lunes 6 de mayo. A última hora del domingo, un hacker ingresó al sistema que utiliza EL DEBER para publicar las noticias en la web. En primera instancia, retiró el acceso de los periodistas a dicho sistema. Luego publicó mensajes ofensivos y de odio, ataques especialmente dirigidos a autoridades de gobierno. Ilustró las publicaciones con fotografías de Hitler y otros personajes.
Desde el momento en que se detectó el hackeo, el equipo de Soporte y Sistemas de EL DEBER activaron un plan de emergencia para recuperar la página y reestablecer el contenido. También implementaron nuevas medidas de seguridad para evitar nuevos ataques y, sobre todo, dar seguridad a los usuarios que navegan en nuestra web.
Apoyos públicos
A raíz del ataque sufrido por EL DEBER, diversas instituciones y gremios periodísticos mostraron su respaldo y solidaridad con el medio. Los primeros pronunciamientos fueron los de la Asociación de Periodistas de La Paz y la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia. Posteriormente, se sumaron las asociaciones de Santa Cruz y Tarija. El tenor común en estos pronunciamientos destaca la importante labor de los medios de comunicación en contextos democráticos. Además, resaltan el papel que EL DEBER desempeña en el escenario mediático nacional.
El Ministerio de Gobierno condenó el ataque al medio con un comunicado. “Bajo ningún motivo, la libertad de prensa puede ponerse en riesgo, es un pilar fundamental de la democracia”, cita el pronunciamiento de la cartera de Gobierno.
La solidaridad con EL DEBER también se sintió desde diversos actores políticos y sociales. Desde sus redes, Luisa Nayar, José Antonio Alberti y muchos otros representantes públicos expresaron su respaldo al medio.
Los medios, un objetivo repetido
Para los hackers, interferir en la labor de los medios de comunicación no es nuevo. En 2023, al menos una veintena de medios sufrieron estos ciberataques.
Solo en Bolivia, tres medios de comunicación perdieron el acceso a sus páginas oficiales en redes sociales y no pudieron publicar su información. En febrero de 2023, las páginas de Erbol, La Ramona y Clave 300, medios de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, respectivamente, fueron vulneradas.
En junio, Noticias Caracol y Caracol TV, canales de televisión de Colombia, fueron atacadas y truncaron sus cuentas en YouTube. Estos ataques se produjeron cuando ambas plataformas realizaban una transmisión en vivo. Sus cuentas fueron hackeadas y la transmisión en vivo llegaba al público con otro contenido, que se identificaba como Tesla Live y en el que aparecía Elon Musk.
Un mes más tarde, en julio de 2023, los ciberataques llegaron a medios españoles de gran trayectoria: ABC, El Mundo y Expansión. El periódico español ABC reconoció “fallos a la hora en la que los usuarios se identificaban con su contraseña”, por lo que las noticias fueron desactivadas.
El riesgo de los hackeos
El ataque sufrido por EL DEBER es uno de los muchos tipos de ataques que existen. Los expertos en seguridad cibernética consideran que estas intervenciones suponen intentos por exponer, robar o dañar un sistema. El portal de seguridad informática Check Point reportó un incremento significativo de estos ataques desde el 2021.
El ataque más frecuente se conoce como malware y alude a la intromisión de diferentes software maliciosos en los equipos de computación. Los malware más recurrentes son los virus, gusanos y spyware.
El phishing es quizá el más extendido de los ataques. Los hackers recurren a la tecnología y la ingeniería social para acceder a datos personales, especialmente información bancaria y crediticia, para después usarla a su favor. Entidades bancarias luchan permanentemente contra este tipo de delitos ya que afectan a los ahorros que las víctimas colocaron en el sistema financiero.
Similar intención motiva los ataques a empresas o entidades. Los agresores ingresan a sus espacios virtuales y encriptan desde equipos hasta información. Impiden, con esta acción, que los dueños de las páginas puedan operar en ellas. Piden un rescate económico para devolverles el acceso a las mismas. Esta práctica se conoce como ransomware.
APLP