La periodista Lupe Cajías, que ejeció la presidencia de la Asociación de Periodistas de La Paz entre 2014 y 2016, ha publicado una carta abierta dirigida al periódico Página Siete.
A continuación, transcribimos el texto de la referida misiva:
CARTA ABIERTA DE LUPE CAJÍAS A PÁGINA SIETE
La Paz, 4 de septiembre de 2018
Estimadas colegas Isabel y Mery:
Como asidua lectora del prestigioso medio que ustedes dirigen, este martes 4 de septiembre, me sorprendí por una noticia, cuyo tratamiento descuida lo que considero principios básicos para la información equilibrada.
Me refiero a la nota desplegada en cuatro columnas en página central, con foto a colores, y titular: “Repudian “machismo” de García y exigen su renuncia a la APLP”.
1.- La nota destina 36 cm/cl a una de las partes y 14cm/cl a la otra.
2.- La nota da más importancia al Círculo de Mujeres Periodistas que carece de directorio desde 2017; el último fue elegido por 9 personas y pese al esfuerzo de varias voluntades, no pudo renovarse. ¿Cómo un ex directorio puede pronunciarse a nombre de una entidad que técnicamente no existe?
En cambio, el comunicado oficial del directorio de la Asociación de Periodistas de La Paz, que además da cuenta de una reunión con la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia y del Tribunal de Honor, aparece al final, resumido a su tercera parte y concentrado en una persona.
3.- La nota pone en duda el trabajo de Reynaldo García, que las denunciantes podrían haber conocido si asistieran a las asambleas ordinarias y extraordinarias de la APLP donde se rindió cuenta de cada asunto. En casos más recientes hay mecanismos, tanto verbales como escritos, para acceder a la información disponible.
Particularmente en estos años, cuando tocó sacar a la entidad de una grave crisis institucional, García puso su tiempo y esfuerzo para lograr que la APLP alcance a tener el nuevo NIT, en el último plazo pues no había sido gestionado a tiempo por el directorio donde participaba una de las denunciantes; García destinó mañanas enteras para que las morosas gestiones ¡después de tres lustros! culminen con el saneamiento de los derechos propietarios de la sede de la APLP; reordenó las deudas pendientes de la institución y asistió y asiste a nombre de la APLP, de forma disciplinada, a reuniones con otras entidades, tareas que no suelen cumplir otros socios, menos los que trabajan en medios. Son muchísimos los detalles y el trabajo del día a día- no el de la foto- que Reynaldo García cumple para bien de la entidad y que constan en actas y en informes.
4.- La nota publicada, firmada por María Carballo, ignora o, cuanto menos, no consulta el estatuto de la APLP, para saber cuáles son las causales de renuncia de un presidente de la APLP. De otro lado, el estatuto y sus reglamentos prevén la expulsión de socios que alienten el daño o la toma de la entidad por poderes estatales o fácticos.
Por estas consideraciones, la mayoría de los past presidentes de la APLP hemos reaccionado con asombro e indignación ante esta arremetida.
5.- Como mujer, me desalienta ver cómo se banaliza la violencia o al mal trato contra la mujer, aduciendo una queja más emotiva que racional y que francamente no merece semejante cobertura de su medio. Las compañeras podrían haber recurrido a todos los mecanismos internos que tiene la entidad desde hace 90 años, especialmente desde 1992, preservados en el nuevo estatuto que fue aprobado en varias asambleas y en todas sus estaciones, faltando solo la confirmación de las instancias estatales.
Carballo no informa de la carta de “sinceras disculpas” que con la debida anticipación envió García solicitando el retorno de una de las denunciantes que, dicho sea de paso, ya renunció tres veces a directorios de la APLP.
6.- Finalmente lamento mucho como periodista y luchadora del gremio de que, en medio de hostigamiento desde los poderes políticos, amenazas con nuevas leyes y normas y hasta muertes de colegas, se desate tal escándalo por sensibilidades heridas.
La guerra de insultos contra la Presidencia de la APLP ha significado una gran pérdida de energías personales e institucionales, justamente cuando la Asociación necesita todas sus fuerzas para continuar defendiendo las libertades democráticas de los periodistas y de la población boliviana.
¿Será casual que desde las pasadas elecciones ha ingresado a la benemérita institución paceña el método de la confrontación, la agresión verbal, los anónimos por las redes y la diatriba para enfrentar al otro?