El sacerdote jesuita y periodista José Gramunt de Moragas falleció a los 96 años el viernes 24, aproximadamente a las 17:00, en la residencia de la Comunidad Nuestra Señora de la Esperanza, en Cochabamba, donde transcurría su retiro a causa de su estado de salud y de su avanzada edad, tras décadas de aportar al periodismo en Bolivia.
Profunda consternación ha causado en el gremio la noticia de su deceso y la Asociación de Periodistas de La Paz ha expresado sus más sentidas condolencias.
También la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia ha manifestado su pesar por la partida de Gramunt.
Un vocero de la Compañía de Jesús informó a la agencia DPA que la causa de la muerte del conocido religioso y periodista fue el “agotamiento general”.
«Esta mañana (el viernes 24) comulgó dos veces. Después de la comunión se sintió mal, decayó bastante. Desde las cuatro de la tarde estaba inconsciente. La causa de la muerte fue el agotamiento general», señaló el portavoz Marcos Recolons a la emisora Fides.
Recolons agregó que Gramunt de Moragas permaneció lúcido hasta el final y señaló que tuvo una muerte tranquila, según explicó a ANF, la agencia noticiosa que el padre Gramunt fundara en 1963.
“Estaba perfectamente lúcido, seguía escribiendo, seguía al tanto de las noticias, recibía muchas visitas. Se nos ha ido así, una muerte como yo desearía para mí, sin un sufrimiento o agonía”, agregó.
“Esta mañana estaba normal, estaba hablando, a las 12:30, como todos los días, hemos tenido la misa comunitaria, llegó en su silla de ruedas y estuvo en la misa en nuestra capilla, pero poco antes de la Comunión dijo ‘me siento mal’ y pese a ello ha comulgado con el pan y el vino, posteriormente se quedó dormido y no despertó más”, narró Recolons a ANF.
Periodista de vocación
El padre José Gramunt de Moragas, nacido en Tarragona, España, en 1922, era abogado y teólogo, pero sobre todo un excelente periodista cuya exitosa carrera profesional se desarrolló en Bolivia.
Hijo de José Gramunt y de Dolores de Moragas, el padre Pepe, como también era conocido, realizó la primaria y secundaria en España, para después emprender sus estudios de teología, cuando ingresó a la Compañía de Jesús en 1945, luego de abogacía, pero sobre todo de periodismo en las universidades Menéndez y Pelayo, de España, y Syracuse University, de Estados Unidos.
Arribó a Bolivia en 1952, en plena efervescencia revolucionaria, y poco después asumió la dirección de radio Loyola, de Sucre.
En 1960, fue nombrado director de radio Fides y permaneció en esas funciones durante diez años.
En su calidad de periodista, trabajó para radio Vaticana y las agencias internacionales de noticias EFE y DPA.
Gramunt se desempeñó como director de Escuelas Radiofónicas de Fides, fue cofundador de Escuelas Radiofónicas de Bolivia (Erbol), integró el directorio de Fe y Alegría y ejerció como consultor de la Casa San Calixto y asesor de un grupo de laicos, entre otras actividades a lo largo de su fructífera vida.
ANF, su obra cumbre
La obra más destacada del padre José Gramunt de Moragas fue la fundación, el 5 de agosto de 1963, de la Agencia de Noticias Fides, ANF, la primera en su rama en Bolivia, que dirigió por 50 años, hasta que se jubiló en 2013.
En ANF, el padre Gramunt publicaba su columna “¿Es o no es verdad?”, acaso una de las más longevas del periodismo latinoamericano.
El directorio de ANF lamentó el deceso del teólogo, abogado y periodista, a quien agradeció por su trabajo, valentía, tenacidad y sensibilidad humana.
El padre Sergio Montes SJ, actual director de ANF, dijo que Gramunt fue artífice de una inmensa obra gracias a su coraje, valentía y constancia por sacar adelante esta agencia informativa durante 50 años en medio de muchas adversidades.
Destacó la entrega de Gramunt a Dios, a la Compañía de Jesús y al periodismo, como un servicio a la sociedad.
“El Dios de la Vida lo reciba en su gloria, aquella por la cual él entregó su vida, como jesuita, sacerdote y periodista. Un gran legado para el país su obra y su capacidad de llamar las cosas por su nombre. Desde ANF te agradecemos por todo lo que diste y confiamos en seguir tu inspiración”, dijo Montes a ANF.
“No siempre es fácil dejar huella en nuestro paso por la vida. Soy testigo de que el padre José Gramunt de Moragas -Pepe Gramunt, como le llamábamos- ha dejado una huella muy honda en nuestro país”, agregó.
Remarcó que el aporte de Gramunt al periodismo nacional es innegable.
“Su columna “¿Es o no es verdad?” mostró la solidez de sus principios y la constancia en su reflexión, por lo que ayudó decididamente al fortalecimiento de la democracia. Pero Pepe no sólo fue periodista, principalmente fue jesuita y sacerdote, llevando la vida de Dios a muchas personas, con los sacramentos y participando con devoción en la misa”, expresó Montes.
El padre Freddy Quilo SJ, miembro del directorio de ANF, remarcó que siempre lo recordará como un hombre tenaz, porque incluso cuando comenzó a perder la movilidad en sus piernas hizo todo lo posible por no quedar postrado.
“Se me vienen a la cabeza dos cosas: primero, su calidad de periodista, porque siempre decía que hay que saber decir la verdad; otra cosa que muy pocos conocieron fue su profunda sensibilidad humana, pues se lo veía como un hombre serio y seco en las relaciones humanas, pero era un hombre profundamente sensible”, afirmó Quilo.
Otro miembro del directorio de ANF, el periodista Juan Carlos “Gato” Salazar, quien fue cofundador, con el padre Pepe, de ANF, afirmó que “Gramunt ha sido el maestro de varias generaciones de periodistas y nos deja un legado muy grande. La obra de su vida, ANF, ha perdurado mucho tiempo y es clara señal del valor que tuvo su trabajo en Bolivia”.
Periodista laureado
El padre José Gramunt de Moragas también fue catedrático universitario; dictó la materia de Ética y Deontología en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de La Paz.
«En su clase no sólo compartía sus conocimientos con generosidad, sino que también impulsaba a la reflexión y a la aplicación permanente de los principios éticos en el periodismo», destaca un artículo de Infodecom.
La Asociación de Periodistas de La Paz, la decana de los gremios periodísticos del país, lo distinguió con el Premio Nacional de Periodismo en 1993, por su destacada trayectoria y su gran aporte a la formación de numerosas generaciones de informadores en el país.
Su compromiso con el periodismo y la defensa del derecho a la libertad de expresión lo hizo acreedor al Premio Libertad en 2009.
En 2013, Gramunt fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.
En 1984, lo distinguieron con una mención especial del Premio Rey de España de Periodismo.
Fue condecorado como Caballero de la Orden de Isabel la Católica y Caballero de la Soberana Orden de Malta. Recibió también la encomienda de la Orden del Mérito Civil, la Medalla «Pro Ecclesia et Pontífice» de la Santa Sede y el escudo de Armas de la Ciudad de La Paz por Servicios Distinguidos.
Palabras impresas
“A José Gramunt, maestro de maestros, periodista cabal, hombre de bien, sacerdote íntegro, mi homenaje sentido. Hizo suya a Bolivia y Bolivia lo hizo suyo. Mucho le debemos todos”, escribió el ex presidente de la República, Carlos Mesa, en su cuenta de Twitter.
Decenas de periodistas de todo el país y personalidades de la vida nacional han expresado muestras de consternación por la partida del creador de ANF.
«Veo todos los días las alertas o advertencias hasta a la Conferencia Episcopal, a la Asociación de Prensa… ¿Qué quiere decir esto? Que el periodismo se ve atropellado», sostuvo, en una de sus últimas apariciones públicas, en una entrevista para la revista “Ecos” en mayo de 2017, cuando presentó su libro Galería.
El sacerdote y periodista, quien se nacionalizó como boliviano en 1991, escribió su última columna “¿Es o no es verdad?” el 31 de marzo de 2013, con motivo del Domingo de Resurrección.
«Me queda todavía felicitarlos por la resurrección gloriosa del Maestro, quien permanecerá cerca de cada uno de nosotros para conducirnos a la eterna gloria. ¡Si ponemos los medios a nuestro alcance…!», afirmó en ese texto Gramunt. Paz en su tumba.