Tomado de Página Siete
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El tango dice que 20 años no es nada; pero es el tiempo suficiente para ponerle fin al programa Identidad y Magia de Bolivia, la obra televisiva de Mariano Baptista Gumucio, que ayer ofreció su última emisión en Cadena A.
Mientras se emitía el último programa, Mariano atendió a Página Siete por teléfono. Confirmó el fin de su ciclo televisivo y dijo que ahora se dedicará a pasear y leer, leer es una de sus aficiones más satisfactorias.
El comienzo
Identidad y Magia de Bolivia se creó para ofrecer una imagen favorable del país. “Quería mostrar una cara positiva de Bolivia. Yo nunca he entrevistado a gente que no merecía ser entrevistada y siempre buscaba a gente creativa o innovadora. Por ejemplo, estuve con el general (Manuel) Marzana en sus últimos años, el héroe de Boquerón”, afirma con orgullo.
“Han sido 20 años en el programa semanal y he viajado dos o tres veces por todo el país, pero ya. La salud y el tiempo ya no me han dado fuerzas para seguir”, afirma el hombre, a quien sus allegados le dicen de cariño Mago.
En esta retrospectiva, el cochabambino Baptista deja entrever que quedará un hueco en la programación televisiva. Afirma: “Vale la pena destacar que es el único programa cultural que se ha mantenido durante tantos años en el país. Salieron nueve libros, uno sobre cada departamento del país”.
Identidad y Magia de Bolivia comenzó en el canal estatal y luego de un par de años, en los cuales hubo celos profesionales, Mariano dejó el 7 y se fue a Cadena A Red Nacional.
El empresario Luis Mercado le abrió las puertas de su medio televisivo, donde Mariano tuvo un espacio semanal en el cual mostraba diferentes rincones de Bolivia y entrevistaba a personajes del mundo cultural e histórico del país.
Personaje
Camufla su edad con una frase literaria: “Como dice (el escritor peruano Alfredo) Bryce Echenique, estoy entre los 35 y la muerte”. Más allá de la incertidumbre, él fue testigo de una parte de la historia del país. “El hecho que me marcó es la revolución del 52 y de ahí fui a la Secretaría Privada de Víctor Paz Estenssoro. Le confieso que el Che Guevara, quien por su muerte trágica atrae tanto la atención del público, no me impresionó, porque yo creo que había una especie de ansia de morir, por su asma”.
Estuvo en el Ministerio de Educación en tres oportunidades y su gestión más larga fue con Jaime Paz Zamora. Hoy mira con cierta lástima algunas carteras estatales; por ejemplo, comenta del Ministerio de Culturas: “Mire, yo luché décadas para que se cree el Ministerio de Culturas porque he sido ministro de Educación y Culturas, pero nunca me imaginé que íbamos a tener vergüenza ajena por ese despacho”.
Se dio el lujo de conocer a los personajes determinantes del país y muchos también se dieron el lujo de conocerlo. Guarda, por ejemplo, dos cartas que le escribió Mario Vargas Llosa, en una le agradece de un libro de Cochabamba y sobre su obra de las misiones jesuíticas.
Es un lector empedernido, pero también un prolífico escritor; desde diferentes escenarios se convirtió en un defensor de la cultura boliviana. Cuenta que recorrió los repositorios del país, “desde Bolpebra (municipio fronterizo entre el país, Perú y Brasil) hasta la frontera chilena”. Aprovecha para calificar al museo de Orinoca como una vergüenza nacional.
Vida después de la Tv
En el programa de ayer se presentó un recorrido a la vida de Mariano y se hizo énfasis en los libros de quien también fue director de Última Hora. Al final, el escritor cochabambino publicó un mensaje de gratitud: “Con este programa concluimos un ciclo de 20 años de Identidad y Magia de Bolivia, en el que tratamos de valorizar la cultura en sus diversas manifestaciones a lo largo y ancho del país”.
Su primo hermano Alfonso Gumucio le mandó un mensaje de cariño en su cuenta de Facebook. Publicó: “Mago se despide de una audiencia que lo ha seguido con respeto y con cariño, y que sabe valorar su enorme aporte a Bolivia. Mientras unos saquean el país fervorosamente, Mago lo ha enriquecido con identidad y cultura”.
Mariano ya tiene planes a futuro, lejos de la televisión. Revela: “Voy a leer y a caminar un poco, pero sobre todo voy a leer buscando un poco de sol. He vuelto a leer cosas que me interesaban”.
Ayer dejó las pantallas el hombre que hizo magia en la televisión durante dos décadas. Desde hoy se dedica a descansar, con un buen libro entre las manos.
APLP