Tomado de Ahora el Pueblo

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La objetividad —que, según el diccionario Merriam-Webster, consiste en “expresarse a partir de hechos sin la distorsión de sentimientos personales, prejuicios o interpretaciones”— se instaló en el centro de las redacciones del mundo en el siglo XX.

La objetividad, está claro, no siempre se logra. Pero el hecho de no conquistar ese estándar periodístico no elimina su importancia.

El texto de la organización Connectas sobre el programa Bolivia Cambia no aspiraba a ese objetivo, ni mucho menos a ser riguroso.

Por unos miles de dólares de por medio sus autores editorializaron una pseudo investigación bajo el rótulo de periodística para exhibir una posición política que está en sintonía con el mandato de sus jefes imperiales.

El texto, sin equilibrio informativo, ni la más mínima investigación, iría sin remedio al basurero en un curso de primer año de periodismo por su falta de calidad, rigurosidad y ética.

Y es que el trabajo, profundamente partidista, nunca buscó la verdad en la contraparte, sino simplemente posicionar una opinión acorde a su agenda, a su causa opositora para atacar al gobierno progresista de Luis Arce.

La claridad es la obligación del periodista, pero Connectas, financiada por la estadounidense National Endowment for Democracy (NED), es una organización política.

Bipartidaria, la NED tiene el apoyo de republicanos y demócratas, y el respaldo congresal de todo el espectro político estadounidense. Se trata de una vitrina legal de la CIA que financia operaciones pseudo informativas como la de Connectas sobre el ‘Bolivia Cambia’.

Los periodistas han desempeñado un papel muy importante en la historia de Bolivia. Su trabajo ha cooperado para crear mayor responsabilidad política y abrir nuevas oportunidades a la libertad de expresión.

El vergonzoso texto de la organización Connectas, sin embargo, intenta manchar al periodismo boliviano.

La libertad de expresión —como el acceso al agua, a la educación y a la salud— es un derecho humano fundamental, pero también debe ser profundamente responsable.

A la organización Connectas no le interesa la libertad de expresión ni la ética, sólo reflejar el punto de vista de sus patrones.

APLP