Tomado de Página SIETE

Caminando de nuevo al abismo (paginasiete.bo)

Este miércoles comenzó el registro de postulantes a magistrados del Órgano Judicial, en el marco de un proceso que anticipa que el país quedará atado por otro lustro a una justicia ineficiente, corrupta y al servicio del poder político.

El pronóstico es desalentador, pero no fantasioso, si tomamos en cuenta que se sustenta en la experiencia del pasado y las decisiones recientemente asumidas en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y es que los bolivianos soportamos una justicia con esas tres características, incubada en un mecanismo de elección de autoridades previamente seleccionadas por políticos, que ahora recibió un leve maquillaje.

Sí, tal como en 2017, los bolivianos volveremos a las urnas para votar por candidatos previamente elegidos por políticos que están más interesados en servirse de la justicia, que en hacer que la justicia sirva en igualdad de condiciones a todos los habitantes de este país. Y, como ocurrió en ese año, no servirá de nada que la población mayoritariamente se abstenga o proteste votando nulo o blanco, porque de igual manera serán designados los que obtengan más votación.

Los juristas independientes hacen el esfuerzo de lograr una reforma constitucional parcial a fin de ajustar ese mecanismo, pero todo indica que la aplanadora oficialista podrá más y se repetirá la historia.

Ya el lunes los masistas de las dos alas olvidaron sus diferencias como por arte de magia y aprobaron la convocatoria y un reglamento que presenta varios elementos sospechosos, el más preocupante el que determina que para ser candidato al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) basta no ser militante de un partido al momento de la postulación, lo que significa que sí puede serlo hasta un día antes.

¿Por qué esta licencia? Porque el TCP es el que finalmente permite aberraciones jurídicas, como la sentencia que dispuso que la elección indefinida es un derecho humano, sentencia que por cierto continúa vigente.

Además, en el reglamento se aprobó la conformación de un equipo de seguimiento que incluye a varios sectores que nada tienen que ver con la especialidad del derecho. Ayer, uno de ellos, el de los periodistas, anunció que no será parte de esta labor; claro, porque los quieren únicamente para legitimar el proceso.

Estas son las condiciones en las que los bolivianos nos acercamos a una nueva elección de autoridades judiciales. Por ahora, es recomendable escuchar a los postulantes que son entrevistados en algunos medios de comunicación para tener una idea de su nivel. Usted dirá.

APLP