Tomado de El Pais

https://elpais.com/opinion/2024-03-23/periodismo-y-libertad-de-expresion.html

De pronto, el periodismo y la libertad de expresión son los protagonistas. Desde el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid y sus acciones desinformativas a la no renovación del visado por parte de Rusia a un periodista, la persecución y presidio de Assange por publicar informaciones no desmentidas, la información en la revista Time sobre el periodista estadounidense detenido en Rusia acusado de espía, los cientos de periodistas asesinados o la destrucción de infraestructuras audiovisuales por Israel en Gaza. En muchos de estos casos ha habido mayor o menor cobertura. También muchos silencios, como el que rodea al caso del periodista Pablo González, que lleva más de dos años detenido por Polonia, acusado de espía ruso, sin cargos formales, ni juicio. Dañando la libertad de prensa y el derecho a ser informados.

Santiago González Vallejo. Madrid

Entre los burdos “y tú más” de los políticos y las agotadoras presiones sociales, los de la generación milenial estamos enfrentando una constante lucha titánica de adaptación para entender que el tiempo corre inexorablemente y nuestra mochila empieza a pesar, cada vez más, en esta transición entre los albores de una vida impregnada de sueños y metas que postergan, sin éxito, la entrada hacia una exigente etapa de desarrollo personal y profesional. Nadie te advierte de este súbito bofetón de realidad que nos obliga a tomarnos la vida en serio, esquivando la fatigosa crisis de los 40, porque la vida no espera.

Guadalupe Collado. Badajoz

Que los restaurantes cierren pronto
Quiero ofrecer mi apoyo a la propuesta de Yolanda Díaz para adelantar el horario de cierre de restaurantes. A los vecinos que vivimos cerca de uno de estos locales la vida diaria se convierte en una pesadilla de ruidos, voces y cánticos cuando incívicos clientes abandonan el local a altas horas de la noche sin respeto a los que madrugamos para ir a trabajar. Con la llegada del calor, que hace inevitable abrir las ventanas, esta tortura se incrementa. La desidia de muchos propietarios de locales por evitar la formación de grupos vociferantes en su puerta y la falta de vigilancia de las autoridades para hacer respetar su propia normativa sobre ruidos, nos convierte en vecinos de segunda, sin derecho al descanso. Si se consigue, al menos nosotros podremos dormir un poco más.

Rafael García Viedma. Madrid

Ayudemos a las víctimas
“¡Vergüenza, vergüenza! ¡El negacionismo mata!”. Las palabras de la ministra Ana Redondo son especialmente reveladoras porque se dirigen contra un partido que a menudo ha reprochado al Gobierno su asociación con quienes, en el pasado, negaron e incluso aplaudieron otro tipo de violencia —el terrorismo—. El negacionismo mata. Esa importante lección la hemos aprendido a golpes. Y uno piensa en todas las violencias cotidianas que, por miedo, pereza o comodidad, ciudadanos, partidos, naciones enteras negamos. No seamos cómplices del abusón. Demos un paso y ayudemos a las víctimas.

José Gabriel Moya Yangüela. Madrid

APLP