Tomado de SIP
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió este jueves en un comunicado la intensificación de la represión en Nicaragua, que ha dejado tres periodistas detenidos desde abril.
La organización instó a la comunidad internacional a denunciar con celeridad la persecución del régimen contra las libertades de expresión y de prensa.
El comunicado de la SIP declara:
Hazel Zamora, directora de noticias y corresponsal de Canal 10 en Bluefields, en la zona Caribe del país, fue detenida el 5 de mayo cuando viajaba en un autobús con sus hijos menores de edad.
La Policía también allanó su casa. Sobre la periodista pesaba una orden de detención, emitida el 3 de mayo –Día Mundial de la Libertad de Prensa–, por supuesta conspiración contra el Estado y la sociedad y propagación de noticias falsas, delitos considerados «traición a la patria».
Zamora fue puesta en libertad condicional y está obligada a presentarse diariamente a firmar ante un juzgado.
Michael Greenspon, presidente de la SIP y director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times, condenó la nueva arremetida de los ataques a las libertades de expresión y de prensa que, dijo, «aparentan ser una purga para forzar a que quienes critican al régimen salgan del país y silenciar a la oposición».
El caso de Zamora se suma al de William Aragón, excorresponsal de La Prensa en la ciudad de Estelí, al norte del país, arrestado el 3 de mayo. Se le fijó casa por cárcel y debe presentarse a firmar diariamente en un juzgado en Managua, pese a residir a más 148 kilómetros de la capital. Continúa preso desde el 6 de abril el reportero Víctor Tikay, detenido por filmar el Jueves Santo una procesión religiosa en la ciudad de Nandaime, en el departamento de Granada. Tikay es corresponsal de Canal 10 y director de la página de Facebook La Portada.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, director periodístico del diario argentino La Voz del Interior, reiteró el pedido de la organización a la comunidad internacional para seguir «denunciando la persecución enfermiza del régimen de los Ortega-Murillo y actuar con celeridad ante las acciones contra periodistas y líderes opositores».
La ola de represión de la semana pasada incluyó además detenciones de activistas, campesinos y opositores al gobierno en varias zonas del país.
En febrero el régimen expulsó a 222 presos políticos y los despojó de su nacionalidad, así como a otras 94 personas, entre ellas 10 periodistas, que permanecían en el país. Desde 2018, más de 185 comunicadores se han visto obligados al exilio, 21 entre octubre de 2022 y abril, según el informe sobre Nicaragua presentado en la pasada reunión semestral de la SIP.
APLP