Tomado de eju.tv

“El silencio no es opción”, afirmó el salvadoreño Óscar Martínez en el Global Media Forum (GMF) de la Deutsche Welle, este lunes, en Bonn. El periodista de investigación salvadoreño recibió este año el Premio a la Libertad de Expresión de DW por su valentía y compromiso periodístico.

Nacido en 1983 en El Salvador, el renombrado periodista es conocido en toda América Latina por sus trabajos de investigación, declaró la Deutsche Welle al explicar la decisión de rendirle homenaje. En una de las regiones más peligrosas del mundo, informa sobre la delincuencia de las bandas, los vínculos del gobierno con el crimen organizado, la migración y los asesinatos cometidos por la policía salvadoreña.

También es crítico con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Desde que asumió el cargo, los periodistas y los defensores de los derechos humanos se han visto cada vez más desacreditados y acosados. Sin embargo, Martínez no se deja intimidar.

“Cuanta más oscuridad, más necesidad tenemos del periodismo”, dice Martínez sobre su motivación. El periodismo salvadoreño nunca había destapado tantos casos de corrupción, impunidad y violencia estatal en este siglo, a pesar del riesgo constante de detenciones y encarcelamientos. “Por eso vengo lleno de pesar, pero también de orgullo, porque represento a un grupo de personas que han cumplido con su misión de informar, aunque a veces les haya hecho sus vidas miserables”, dijo en Bonn.

Un faro del periodismo

Martínez es jefe de redacción de la plataforma digital “El Faro”, abiertamente antigubernamental. Se incorporó a la primera revista electrónica de América Latina en 2008, inicialmente para informar sobre la migración centroamericana a través de México. Durante dos años y medio siguió a los migrantes en su camino hacia el norte, documentando los abusos a los que se enfrentaban allí, incluidos secuestros masivos, violaciones, tráfico de personas y masacres.

En 2018 fue coautor de “El Niño de Hollywood”, un libro dedicado a la temida banda “Mara Salvatrucha 13”. Ha publicado varios libros sobre delincuencia organizada y migración.

El Faro se ha convertido en los últimos años cada vez más en objetivo del gobierno. Según Martínez, 22 periodistas fueron espiados durante varios meses con el software de espionaje “Pegasus”, entre otras cosas, cuando recogían pruebas para la revista sobre un pacto secreto entre el presidente y bandas criminales. Por razones de seguridad, parte de la empresa se ha trasladado recientemente a Costa Rica.

En el Global Media Forum, hizo un llamamiento a los participantes para que muestren su solidaridad con el periodismo en América Latina, que “valiente” e “incorruptiblemente” sigue sacando a la luz los abusos. “No nos defrauden, los mantendremos informados”, dijo.

El Salvador, camino de la dictadura

El Salvador avanza a paso firme hacia una dictadura”, afirmó Martínez sobre su país de origen. El director de Deutsche Welle, Peter Limbourg, declaró también antes del comienzo del Global Media Forum: “Nunca antes los medios de comunicación en El Salvador habían estado tan controlados”. Centroamérica vive una nueva ola de autoritarismo, que va acompañada de una libertad de prensa cada vez más restringida. “Oscar Martínez y la redacción de El Faro están haciendo frente con valentía a la enorme presión a la que se ven sometidos en su trabajo los periodistas de El Salvador, pero también de otros países centroamericanos”. Su trabajo conlleva un alto riesgo personal.

El país centroamericano ocupa el puesto 115 de 118 países de todo el mundo en la clasificación de la libertad de prensa. Según la organización Reporteros sin Fronteras, los medios de comunicación “se encuentran entre las víctimas de la violencia generalizada en El Salvador.” Desde que el presidente Nayib Bukele asumió el poder en 2019, numerosos periodistas críticos con el gobierno ya han sido agredidos y amenazados, a menudo se criminaliza a los periodistas que informan sobre las pandillas y se acosa a los medios de comunicación. En 2022, el gobierno llegó a imponer el estado de excepción que, entre otras cosas, suspende la libertad de expresión.

El propio Martínez también ha tenido que abandonar el país en varias ocasiones. “El periodismo está atrapado en medio: perseguido por el poder, despreciado por buena parte de la sociedad a la que informa. Exilio, represión, persecución política, tortura… todos estos peligros no le impiden seguir informando críticamente y denunciando los abusos.
Superar las divisiones sociales

¿Cómo superar las divisiones en la sociedad? Esta es la pregunta que se aborda este año en el XVI Global Media Forum de la Deutsche Welle, en el que Martínez recibió su premio.

El “Premio a la Libertad de Expresión” se entrega este año por novena vez. El objetivo es llamar la atención sobre la limitada libertad de prensa en muchas regiones del mundo y reconocer a personas por su destacado trabajo periodístico.

Entre los galardonados anteriores figuran la periodista de investigación nigeriana Tobore Ovuorie (2021) y los reporteros de guerra ucranianos Mstyslav Chernov y Evgeniy Maloletka (2022). Se espera que unas 2.200 personas de todo el mundo acudan a Bonn para asistir al encuentro de dos días.

(gg/ers)

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